Yo y la manzana (II)

Nos habíamos quedado en que me llegó el Mac mini con su teclado nuevo de Apple planito y sin ratón porque no me gustaba el ratón de Apple y la gente decía que la bolita se acababa rompiendo o algo.

MI PRIMER MAC

Antes de tener el Mac mini, en previsión de su llegada, me había comprado una tele bravia (pequeñita, de 20”) para conectar las consolas y el ordenador cuando por fin lo tuviese. La verdad… se me quedó pequeña la resolución (HD ready) en cuanto lo vi conectado…

La cuestión es que ya tenía aquí el ordenador que había elegido por su hardware, pero ¿qué hay de su software? Ciertamente, cuando pensé en comprar por primera vez el Mac mini, pensé en ponerle Linux y listos. Sin embargo, después de tanta conferencia e información obtenida sobre los productos de Apple en el último año, decidí darle un tiento al software de Apple antes de lanzarme a instalar Linux.
MAC OS X
El Mac mini venía con Mac OS X 1.4 Tiger y la impresión que me dio al empezar a usarlo era que parecía una RedHat vieja, con fallos visuales que no esperaba encontrar en un Mac. Noté además que estaba pensado para resoluciones más grandes donde tener las ventanas sin ocupar del todo la pantalla pero verlas sin problemas.
Por supuesto hubo cosas muy agradables de notar, como el hecho de que los archivos se encuentran por enlaces y puedes mover las cosas donde quieras que no pasa nada; o cuando quieres por ejemplo mandar un archivo y se abre un gestor de archivos para seleccionarlo y tú, que ya lo tienes abierto en un finder, lo arrastras al gestor para que directamente vaya a esa carpeta…
Me gustó también la forma de instalar los programas, pero comparado con el apt-get de Linux… me parecía el pasado bajarse cosas de Internet individualmente (por fin el App Store trajo esto para iPhone, pero y para cuándo en el Mac?).
De todas formas prefería poder toquetear más las cosas como en Linux, aunque me hizo gracia que en mi Linux yo tenía una barra con iconos grandes abajo donde el primero era el icono de una cara (que me llevaba al directorio home), y demás…
iWEB
Aunque no soy muy amante de que me impongan cual es la forma de hacer las cosas (y sí, Apple lo hace) decidí darle un intento a los programas ¡Hey vienen programas con el Mac! como los que incluye iLife.
El primero que probé fue iWeb. Siempre he hecho webs con HTML a mano que, aunque algo limitado, podía quedar bien. Cuando abrí iWeb vi algunos templates que no se parecían para nada a cualquier cosa que yo quisiera hacer, pero a final de año me decidí a usar uno para hacer un album de una selección de las fotos que había hecho durante el año. (AQUÍ)
Y me encontré con:
  • O tienes tus fotos en iPhoto o te jodes. Si quieres usar los programas de Apple tienes que usarlos todos.
  • O tienes las fotos bien organizadas y meter TODAS las fotos en el album o te jodes (no vale eso de seleccionar las mejores). Si quieres usar los programas de Apple tienes que usarlos como Apple quiere.
Bueno, me esforcé más de lo que pensé que tendría que esforzarme (quizá ser una persona estilo Apple no sería tan malo), y saqué la web adelante.
Al poco tiempo Firefox sacó su versión 3.0 y en ella la web no se veía. Pasaron los meses, los años y nada. Ni parche, ni respuesta de Apple ni nada. Leí información y por lo visto no era culpa de ninguno de los dos en cuanto a estándares pero ya les vale. Por mi parte, usar iWeb nunca más. Las fotos las pasé a Flikr. Pérdida de confianza.
iPhoto
Las fotos son algo muy importante para mi (como cualquier otra “creación” que salga de mi) y me gusta gestionarlas (y protegerlas) yo mismo. Pero… decidí darle una oportunidad a iPhoto.
Empecé por meter mis fotos. Por supuesto, una vez más, no fue tan fácil como pensaba y tras varios “prueba y error” conseguí hacer los sets de fotos, sin que se me separasen por fechas, cambiando la fecha de todas las fotos para que dijese las fechas correctas (cosa que con el nombre del directorio ya apañaba yo)…
Y la jodimos. Un día iPhoto duplicó mis fotos. Así tal cual. Enseñando un día las fotos me di cuenta que pasaba una foto y volvía a salir, volvía a pasarla y entonces ya sí que salía la siguiente… WTF? Con cuidado fui borrando una sí, una no, una sí, una no… busqué info y tal y cual y esperé que no volviese a pasar.
Pero pasó. Y eso, con algo de tanto valor para mi, NI DE COÑA APPLE. Saqué las fotos de ahí, volví a mi organización por carpetas y ahora salvaguardo mis fotos con Dropbox. El resultado nuevamente fue Pérdida de confianza.
iTunes
Había ciertas cosas muy chulas que me gustaban de esto del Mac. Una era el Front Row con el mandito de Apple. Pero amigo, nuevamente. Si usas los programas de Apple, los usas todos. Las fotos para el Front Row en iPhoto o si no nada. Y la música… en iTunes.
Así que también aquí puse toda mi buena voluntad y me dije… ¡Voy a trabajar duro para intentar tener un buen repertorio con sus carátulas, ordenado por todo eso que no son directorios (artista, genero, no se qué…)!
Y la leche si trabajé. ¡Buf! El trabajo que me iba a costar poner en orden todos los datos de los Mp3 que tenía… y más aún los directorios donde tenía varios mp3 de todo tipo. Me hice mis carátulas, conseguí ir metiendo todos juntos en un “recopilatorio” propio… iTunes me duplicaba las canciones… pero era poque al meter los mp3 también metía la playlist en ocasiones :P XD
Pero descubrí que el método de ordenación que usaba NO FUNCIONABA BIEN (para mi al menos). Mira que parecía que todo iba a salir bien… pues no. ¿Es que nadie en Apple tiene un disco (en iTunes Store los hay, los he visto) donde una canción esté interpretada por varios artistas? Pues nada le das a ordenarlo por Artista… y te sale varias veces el mismo disco “Panchito”, “Fulanito” y “Panchito y Fulanito” lo que quiere decir que si le das a escuchar la música de “Panchito” no vas a escuchar esas en las que sale con otros… cómo se me ocurre semejante disparate…
Pero llegó la muerte de mi iTunes. A pesar de haberle puesto que cree una copia en su directorio (en el disco duro del mini) de todas las canciones que le meto, parece que no me hizo caso. Cuando un día se cascó mi disco duro externo… sonaban 3 o 4 canciones entre todos los discos (muy bonitos ellos con sus datos y carátulas). Pérdida de confianza.

iMovie

Bueno, no quiero aburrir mucho. El primero que probé (iMovie 6) conseguía funcionar un poco. Podía importar videos de bastantes formatos (pero tenía que importarlo primero todo entero para coger un cacho, cosa que solucioné luego con QuickTime Pro) y de nuevo me resultaba de un uso muy poco intuitivo como el resto de programas donde abunda el ¿Cómo hago esto que es básico?. No quiero efectos, ni cosas raras. Lo más importante es poder trocear y montar de forma rápida audio y video (como en Premiere o Final Cut). Luego vino el otro iMovie y eso ya si que pa qué. Ya no podía importar casi nada, y otro interfaz raro.
Intenté usarlo para editar cosas grabadas con el iSight camera, pero… a pesar de que conseguí de alguna forma publicar un video en Youtube… no hacía más que petar al poco de grabar. O grababas algo corto o estabas vendido… cosas de memoria supongo.
CONCLUSIONES
Las conclusiones de hoy son dos. Cuando la gente me dice que el software de Apple es más sencillo de usar les digo que no es que sea sencillo, es que es limitado.
Cuando Apple dice que es una compañía de software a la que le gusta hacer su propio hardware… yo digo que ni hablar. Apple es una compañía de hardware o por lo menos es lo que yo creo que se le da mejor hacer.
Hoy ha sido de cosas malas, pero ya vendrán las cosas buenas, que las hay:
Safari: Su historial visual es genial. (Pero no tiene para abrir tab recién cerrado!)
iChat: La comunicación por video conferencia nunca ha sido tan fácil (pero ya podía ser como Adium)